Aun siendo un masaje muy físico, hace entrar en contacto con todos los registros de información: vivencias, emociones, creencias, herencias…
Tocar y hacer conscientes esos registros nos permite liberar tensiones, estructuras de energía perturbadora, adicciones, memoria corporal. También se puede acceder a liberar energías perturbadoras externas, que siempre son las que sostienen y alimentan nuestros patrones negativos.
El masaje también es óptimo para la circulación sanguínea, al eliminar residuos de manera eficiente y contribuir a la renegación de la circulación en gran medida. Si esto funciona bien es la base para que el resto de funciones del organismo vayan mucho mejor.